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RIC
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La última epidemia de risa.




La última epidemia de risa es la última novela del escritor mexicano Ricardo Chávez Castañeda. Premiada en el concurso internacional de novela “Sor Juana Inés de la Cruz” y recientemente publicado en La biblioteca Mexiquense del bicentenario, el libro trata sobre un tema que poco desarrollado en la literatura: la risa humana y su posibilidad de contagio como una epidemia. Cuenta Ricardo que la idea de su novela surgió de una pequeña noticia que hablaba sobre un brote de risa surgido realmente en una escuela y que las niñas contagiaron a las mamás y luego las madres a los padres, y la risa sed derramó por la comunidad y se extendió por varios pueblos a la redonda en un país africano. Entonces Ricardo quiso llevar al extremo este contagio de felicidad y escribió una novela que relata una epidemia de risa que atraviesa de sur a norte un país imaginario, arrasando jubilosamente a todas las personas pero también toda institución, convencionalismo, mito, ritual que conforman cualquier civilización y cualquier cultura.

Lo que en un inicio comienza a extenderse como bendición, como dicha en un país desdichado, pronto va tornándose ambigua y cobrando tintes equívocos cuando el contagio hace que la gente que ríe empiece a ahogarse con sus imparables carcajadas y no puede comer y no puede hacer nada más que expulsar de sí ese aire humano que llamamos risa.

Hay en la novela cuatro personajes que conducen la trama.

Dos de ellos suponen que la epidemia de risa representa la única posibilidad de modificar sus aciagos destinos – Él es un hombre que tiene una enfermedad que le hace incapaz de sentir ningún afecto humano, nunca ha sentido tristeza, ni alegría, ni nostalgia, ni amor, ni pesadumbre, nada; y ella es una mujer cuyos conductos lacrimales están obstruidos y por tanto perennemente llora -, así que ambos personajes se lanzarán desde sus respectivos pueblos siguiendo la estela de la epidemia en pos de la risa que se desplaza como estampida por el país.

Hay un tercer personaje. Él, que es un especialista de la rabia y un asesino de perros, cree ver en la epidemia de risa una variante nueva de esta enfermedad virulenta. Dentro de una tradición descabellada de protectores de pueblos, este mataperros deambulará también por el país formando un ejército de personas supuestamente inmunes a la risa pero también al llanto, pues la risa y el llanto son los dos actos que mejor revelan la crisis extrema a que puede desembocar el ser humano. Entonces el mataperros intentará anticiparse a la marea de carcajadas que arrastra a las personas fuera de sus pueblos y alcanzarla antes de que llegue a la frontera norte del país, a fin de impedirle que se desborde por todo el continente. El cuarto y último personaje es en realidad el narrador de esta historia, quien no había escrito nada hasta hoy porque esperaba que surgiera en el mundo un acontecimiento que nunca antes hubiera sucedido. Esta epidemia de risa es para él ese acontecimiento original y novedoso, así que atravesará su propio libro perdiendo poco a poco la razón por intentar narrar dicha historia. “La última epidemia de risa” es en última instancia una confrontación entre la visión trágica y la visión festiva del mundo, y también la puesta en escena de una utopía feliz que conduce a infiernos poco imaginados y menos previstos.